
Cuando me dejo a solas, me quede pensando que en este cuarto mi madre soñó con mi padre. También me imaginaba que mi padre la visitaba a escondidas de mi abuelo Charlie. Porque desde que tengo conciencia mi abuelo aun no le tenía la confianza que le tenía que tener a mi padre.
Había desempacado una maleta, estaba admirando el cuarto que nunca mi abuelo lo había cambiado. Me encantaba quedarme con mi abuelo. Era tan tranquilizante sentarme sin estar preocupada de que mi padre me estuviera leyendo la mente cada 5 minutos, pero como quiera lo extrañaba. Después de bañarme y de vestirme escuche un ruido en la cocina. Me mire en el espejo para retocarme antes de bajar. Bajé para ver qué pasaba, pero me encontré con la persona con la que aún no había practicado una charla al frente del espejo.
-Renesmee, tenías que esperar un poco más, aurinastés mi sorpresa.-dijo Charlie un poco enojado
Estaban la manada de Jacob. Seth estaba viendo el televisor, Leah estaba ayudando a su madre a cocinar y Jake estaba a pocos centímetros de mí.
-Perdón, es que escuche un ruido en la cocina y quería saber que había pasado.- me sentía nerviosa y un poco tonta
-Está como su madre. No puede esperar. -dijo Jake
Estaba en shock. ¿Qué debería hacer para no sonar nerviosa frente de Jake y más con todo un público? Pero tampoco le iba a dar el gusto de hacerme parecer una tonta. Podría parecerme a mi madre pero creo que tengo un poco de mi padre Edward. Podía enfrentarlos, tener paciencia. Nos sentamos en una mesa que me suponía que era nueva. Tenía 6 asientos. Me senté al lado de mi abuelo y en la esquina Sue. Al frente tenia a Jake y a Seth. Y en la otra esquina estaba Leah al lado de Jake. Empezamos a comer, todos estábamos callados. Hasta que alguien parece que no soporto el silencio.
-¿Cómo está la familia? – pregunto Seth
-Bien, Carlisle encontró trabajo en un hospital importante, mis tíos y tías están paseando y buscando que hacer y mi padre esta buscándome una universidad para ir en otoño.-
-¿Y donde se están quedando?- me pregunto Charlie.
-Bueno en Maine. Es que papá quería buscar un lugar que se pareciera a Forks por mamá ya que iba a extrañar y decidió ese lugar.-
-¿Pero a ella no le gustaba Phoenix?- dijo Leah metiéndose un pedazo de panecillo.
-Sí pero ella se acostumbro aquí y la familia también quería un lugar le recordara a Forks.-
-¿Y tu mamá?-pregunto Jake. Me dieron unas ganas de decirle que estaba todos los días despeinada y que siempre se la pasaba con mi padre en el cuarto. Que casi ni la veía, y que a veces no me dejaban dormir. Pero me tenía que aguantar ya que a nadie más excepto el le importaba.
No quería que él fuera quien me preguntara por Bella. Pero la vida a veces es injusta.
-Ella está bien, quiere trabajar, pero quiere pasar más tiempo conmigo y bueno ella y mi padre son mis tutores. Es que no puedo quedarme en una escuela, porque…- y me acorde de que Charlie no sabía nada de lo que yo era- No me gustaban y las muchachas siempre que iba un varón de mi familia se ponían un poco estúpidas. Querían ser mis amigas por solo eso y no lo soportaba. También me encantaba estar en casa con toda la familia enseñándome.-
-Ahh ¿Y no sabes en que universidad iras? –dijo Jake
Me pregunté qué cuestionario me estaba haciendo Jacob en estos momentos, y que le importaba a que universidad iba a ir. Me dio ganas de preguntarle porque, pero no quería seguir con ese juego.
-Deja de preguntarle, no vez que acaba de llegar de un viaje largo.-dijo Leah
Por un momento le agradecí en mi mente, pero creo que estaba enojada de que yo estuviera bajo el mismo techo que ella.
No me sentía muy bien estaba cansada del viaje y no soportaba la mirada indirecta de Leah hacia mí y por otro lado a Jake mirándome como si fuera la única persona que estaba en esa casa. Me sentía incomoda, creo que comprendí a mi madre cuando me contó, que cuando estaba con mi padre mi tía Rosalie la miraba con ganas de tirarla de un risco o comérsela. Cuando terminé estaba muy seria, Leah me miraba mal, Jake estaba pendiente a Leah. Noté que le hacía señas de que me dejara. Pero en cambio Seth me miró y se rió conmigo. Cuando Leah y Sue recogieron los platos me dirigí hacia la parte trasera de la casa. Estaba sentada y de repente Seth llegó.