
-Ness, ¿Ya estas lista?- me pregunto Jake sacándome de mis pensamientos.
-Sí, ya podemos irnos.-
Bajamos por el ascensor en un silencio sepulcral. John estaba viendo unos mapas y números en su celular, como si lo necesitara en el camino. Heilyn miraba para todos lados, no dejaba su mirada quieta. Y Jake, bueno opto por meter las manos en sus bolsillos delanteros y esperar a que las puertas del ascensor de abrieran. Al parecer todos trataban de esquivar, de alguna manera, un comienzo de una conversación.
Cuando salimos del hotel, John conducía de una manera rápida. Casi igual que mi familia. Técnicamente conducía como el tío Jasper cuando debíamos ir de compras. Como los extraño, hace unos días mis abuelos cumplieron aniversario, lo cual técnicamente les arruiné. La tía Alice hubiera planificado una de las mejores fiestas, con su gran energía logra lo imposible. Me hace tanta falta, ella es quien siempre le levanta el ánimo, siempre me distrae. Mi queridísima tía Roselie quien me defiende de cualquier persona, no importa quién. Mis tíos que me alegran el día confiándome sus bromas, y vayan que son buenas. Mis padres, no sé qué es lo mas que extraño de ellos. Creo que es saber que están al otro lado de la habitación, que están cerca de mí, creo que es lo más que extraño. Son tantas cosas a las cuales me he acostumbrado y las deje con el propósito de poder amar libremente a Jake. Quien, en este mismo instante, me esquiva desde ayer. Como si hubiera cambiado de parecer. Pero mejor dejo de pensar en esa posibilidad.
Casi nos salimos de Italia, pero John entro por una carretera escondida. Entro logrando que Jake y yo nos chocáramos entre sí, ya que el camino estaba empedrado. El camino duro unos cinco o seis minutos, al final había una gran casa de campo. Tenía dos pisos, estaba pintada de blanco y crema. A fuera había unos perritos, también unos árboles con flores color rosado. John detuvo el carro, miro a Heilyn rápidamente y bajaron, nosotros hicimos lo mismo. Pero Heilyn nos detuvo.
-Chicos dejen que entremos nosotros primero. Nuestro amigo se altera rápidamente, por decirlo así. Es muy cuidadoso respecto a su seguridad y oler la presencia de un lobo los alterara. Así que dejen que le expliquemos que eres nuestro ahijado. ¿De acuerdo?- ambos asentimos. Ellos se fueron directo a la casa. Vimos como tocaban la puerta y nadie les abrió, por lo que entraron. Jake se recostó del auto, yo me aleje de él un poco para ver el resto de la casa. Cuando me moví alguien me ataco. Jake grito mi nombre, pero esa cosa estaba encima de mí. Rápidamente me aguanto por la cabeza, con la intención de arrancarla. Me quede estática, estaba asustada. Pero un lobo rojizo me quito esa cosa de encima. Jake lo iba a matar, era un hombre de cabello negro, tez blanca y los ojos eran igual a los de mi familia.
-¡Jake no lo hagas, suéltalo!- se escucho el grito de John.
-¡Suéltame!- le grito el hombre. Jake lo soltó lentamente, en cuanto el vampiro toco el suelo fue directamente a la dirección en donde estaba John y Heilyn.
-¿Qué sucedió?- pregunto Heilyn.
-¿Qué que sucedió?- gritó, yo salte ante su acto.- Llego de cazar y me encuentro a dos extraños en mi casa. ¡La última vez que vi extraños en mis terrenos aparecieron los Volturis buscando que regresara a su guardia! Y eso sin contar las muertes que hubo gracias a ellos.-
-Edmund por favor ellos no son peligrosos.- trato de explicar Heilyn.
-Claro que no, solo el lobito quiso hacerme la marca de Harry Potter.- dijo con sarcasmo.
-Y no te vendría nada mal.- dijo Jake. Mire a esa dirección y el estaba con sus pantalones. Al parecer le dio tiempo de quitárselos.
-Basta los dos, ¿Por qué no mejor entramos a hablar Edmund? Tenemos mucho que explicarte.-
Edmund nos condujo hasta la casa. En el camino abrazo fuertemente a Heilyn y a John, al parecer hace tiempo que no los ve. Al entrar la casa era muy acogedora. Se nota que no le gusta mucho la decoración. Nos sentamos en la sala, Jake se sentó a mi lado y me tomo la mano posesivamente. Tal vez me hubiera incomodado, ya que Jake no era así conmigo pero era el primer acto de cariño, si se le puede llamar así, que me hace. Los padrinos de Jake le explicaron lo mejor posible a Edmund, el cual cambio su expresión al ver que debíamos enfrentarnos a los Volturis.
-¡¿Están dementes?!- fue lo primero que dijo cuando terminaron de hablar.- Saben perfectamente que los Volturis no hablan, no negocian si no les convienen. Miren lo que le paso a Alan. Fue su fiel guardián y cuando se enteraron que se enamoro lo mataron antes de que el hablara. ¿Y qué me dicen de Lorenzo? ¿De Lindy?-
-¿Quiénes son ellos?- pregunte. Pude ver como los padrinos de Jake se pusieron rígidos.
-Personas importantes para nosotros. Bueno dos de ellas, la otra fue una víctima, una inocente víctima.- cuando termino de hablar miro a John y a Heilyn.
-Bueno ¿Vas a ayudarnos o no?- pregunto Heilyn después de unos segundos.
-Los ayudare.- dijo, a lo mejor lo pensó bien.- Los llevaré donde Clarence, el estará feliz de verlos.-
Y entonces salimos de ahí. Edmund se montó en su propio auto, algo que me suponía.