
Al llegar a casa me encontré con una gran soledad. Jake y Seth no se dirigían para mi casa si no a la Push. Estaba completamente sola, parquee mi auto y baje rápidamente. Había entrado a la casa con las copias que tenía mi abuelo en su trabajo por si se le perdían las originales. Sabía que mi llegada no era tan fascinante y exquisita para todos. También tenía muy presente que era un estorbo, como en la cena; un plato mas para alimentar o en los planes, como hoy. Yo no podía ir a la Push, mis padres nunca me habían hablado de ese lugar, además de las narraciones de Jacob. Deje mi abrigo en la percha a lo que averiguaba que había para cenar, para mí y la soledad. Cuando me fui a la nevera en ella había una nota:
“Renesmee, nos fuimos a casa de Billy a ver el juego. Estamos en la Push cualquier cosa que quieras allá estaré. El teléfono de la casa de Billy ya está registrado en el número cinco del teléfono.”
“Pts. Sue dejo comida en la nevera, solo tienes que calentarla y si no la quieres en la gaveta ultima de izquierda a derecha hay dinero por si quieres comprarte algo de afuera. Nos vemos después.”
Qué bien, no pensaba gastarle el dinero a mi abuelo, además de que yo tenía dinero no quería hacer sentir mal a Sue desperdiciando la comida que había preparado para mí. Al terminar de calentarla la eche en un plato llano, corte una rajas de pan como aperitivo y me serví un jugo de limón que habían comprado el día que Jake y yo nos tropezamos por las escaleras.
Estaba por saborear el primer bocado, hasta que sonó el teléfono. Di un brinco, no me gustaba estar sola por esas razones. Deje el tenedor en el plato y me fui a contestar.
-¿Hola?- dije pero nadie contestaba.- Casa de los Sawn.- esas últimas palabras eran un poco inadecuadas para un lugar como este y ni para otro. Ya eso no se usaba.- ¿Hay alguien?- y escuche cuando colgaron. Sentí mucho miedo, me dirigí a la cocina y cogí mi comida. Subí y me encerré en mi recamara. Tenía que procurarme de que no me pasara nada.
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